viernes, 9 de marzo de 2012

Ego, personalidad y esencia.





Fuente: http://www.geocities.ws/initiare_hgr/archtxt/ARCHTXTegopers.html


En el tema de hoy trataremos de cómo está dividida nuestra psiquis, de qué está compuesta y qué papel desempeña cada uno de los aspectos de nuestra psiquis.

En un futuro trataremos sobre qué y quiénes somos nosotros en realidad. De momento, trataremos de hacer una primera aproximación a nuestra psicología para, de esa forma, ser capaces de entender futuros estudios.
Vivimos en un mundo cuya principal característica es la existencia de la Dualidad. Esta circunstancia puede ser observada tanto a nivel físico o externo, como a nivel psicológico o interno.

Para un primer estudio dividiremos nuestra psiquis en tres aspectos básicos: Ego, Personalidad y Esencia. Evidentemente, dichos nombres sólo tienen la misión de establecer unos límites entre un aspecto o otro y pueden variar según la escuela o filosofía que utilicemos para afrontar dichos estudios.

Lo primero que debemos entender es que, debido a la dualidad y la consecuente existencia de los Mundos Interno y Externo, todo lo que somos a nivel psicológico o interno tiene una tendencia a exteriorizarse y que, por otro lado, todo lo que existe fuera de nosotros tiene una tendencia a interiorizarse.

Este mecanismo natural del Universo tiene sus ventajas e inconvenientes como iremos viendo. Para empezar, la existencia de la Vida, tal y cómo la conocemos, sería imposible si no fuera por la dualidad. Todos los seres vivos obedecemos a nuestro INSTINTO DE SUPERVIVENCIA, una fuerza que nos impulsa de dentro hacia fuera a encontrar en el mundo externo los medios para que nuestro cuerpo físico siga vivo y equilibrado. Y es precisamente esta búsqueda la que nos lleva al desequilibrio.

En nuestro cuerpo y en nuestra psiquis se encuentran encerrados todos los misterios. Un Mago es precisamente el Ser que por experiencia propia ha descubierto la manera de mantener ese equilibrio entre la necesidad y el deseo a través del conocimiento de si mismo.

EL EGO
Nuestro Ego es el conjunto de Yoes Psicológicos que todos, en más o menos grado, poseemos.
Cada uno de nosotros posee su propio Ego compuesto por múltiples Yoes o Defectos Psicológicos.

Dichos Yoes Psicológicos son como auténticas personas en nuestro interior: piensan, sienten y actúan, es decir, tienen sus propios objetivos y son capaces de crear las condiciones adecuadas para que dichos objetivos se cumplan.

Nuestras frustraciones nacen justamente cuando a uno o más de esos defectos psicológicos no se le cumplen dichos objetivos personales.

Factores psicológicos como la ansiedad, el desánimo, la envidia, la ira, la gula, etc. tienen su origen en uno o varios de esos Yoes y, como veremos, son el origen del desequilibrio en el Ser Humano.

Las enseñanzas más importantes de Gautama, el Budha fueron dadas en las 4 Verdades. La Primera Verdad decía que todo es sufrimiento. La Segunda decía que el origen del sufrimiento es el DESEO.

En todo momento, en nuestro Interior, estamos sometidos al CONSTANTE DESEAR, AL CONSTANTE PENSAR. Si nos auto-observamos, veremos como nuestra actividad psicológica es incesante y que se desarrolla completamente ajena a nuestra Voluntad. De esa forma llegamos a la conclusión de que, infelizmente, no controlamos nuestras vidas, sino que más bien nuestras vidas son controladas.

Hagamos un experimento: intentemos, por algunos momentos NO PENSAR. QUe no exista ningún tipo de actividad de tipo mental. ¿Lo consigue alguien? ¿Somos capaces de no pensar durante algunos segundos?
La cruda realidad es que, lamentablemente, aunque tenemos derecho al libre albedrío, muy pocos de nosotros está en condiciones de poder utilizarlo, pues el Ser Humano, hoy en día, es un ESCLAVO de su propia psiquis. No somos capaces de controlar nuestros pensamientos, ni de concentrarnos en nuestras tareas.

Incuestionablemente los Seres Humanos, hoy por hoy, NO PENSAMOS, SINO QUE SOMOS PENSADOS.

Cuando una persona empieza una tarea, puede terminarla, por ejemplo, queremos coger un objeto con nuestras manos y lo cogemos, salvo que tengamos algún defecto físico que nos lo impida.

Con la mente no pasa lo mismo, está controlada por nuestro Ego y no nos pertenece.

Toda persona que se estudia a si misma descubre nuestra auténtica realidad psicológica, "ve con sus propios ojos" que estamos constantemente reaccionando ante las distintas situaciones de nuestras vidas y de que no somos realmente capaces de crear hechos conscientes en el sentido más estricto de la palabra. De ese modo, descubre que ni ella ni los demás controlan sus propias vidas y que más bien son nuestras apetencias, nuestras rabietas, nuestra envidia, pereza, orgullo, etc., quienes gobiernan nuestros días. Y los días pasan iguales, a los días que van distantes...

El Ego convierte nuestras vidas en algo monótono, repetitivo, mecánico. Somos como robots controlados por nuestros deseos, apetencias, temores, envidias, lujuria. Este modo de vida nos estresa y desequilibra tanto a nivel físico, como emocional o psíquico y nos impide de ver o estar en contacto con las distintas dimensiones y realidades del Universo.

LA PERSONALIDAD
Todo Ser Humano posee una personalidad. Esta se forma durante los 7 primeros años de nuestra vida, mas o menos.

Cuando un niño nace, su psiquis está completamente vacía de defectos psicológicas. Eso ocurre porque el nuevo Ser apenas tiene experiencias y su personalidad no está formada. A partir del momento del nacimiento vemos como ya podemos ir conociendo a nuestros hijos: unos son movidos, otros más calmos, unos son cuidadosos y otros muy espabilados, pero lo que conocemos como personalidad solamente empieza a formarse cuando el niño es capaz de ir asimilando los ejemplos de los padres, sus regaños y sus incentivos, etc.

La personalidad es un elemento condicionador creado por reglas, costumbres y formas de vivir condicionadas aprendidas de nuestros padres, abuelos, hermanos, tíos, profesores, etc.

A medida que vamos aprendiendo de los "buenos y malos ejemplos" de nuestros mayores, vamos creando ese vehículo energético que conocemos como Personalidad. Es necesario que se entienda que cuando hablamos de ejemplos buenos y malos hacemos referencia a que el Ser está más allá de conceptos como el Bien y el Mal y que ese DEFECTO que tenemos de catalogar las cosas no es más que el resultado de nuestra falta de comprensión de la Dualidad de la Vida.

Básicamente todos tenemos todos los defectos psicológicos habidos y por haber, lo que ocurre es que, debido a la educación que recibimos de nuestros padres, por ejemplo, no nos da por asaltar bancos o cosas así, pero eso no quiere decir que NO tengamos el defecto de robar.

Lo que ocurre es que debido a la formación de nuestra Personalidad, este tipo de defectos psicológicos habitan en capas más profundas de nuestra psiquis, están escondidos para que aparentemos ser ciudadanos decentes y honrados. Sin embargo, si uno se auto-observa profundamente llegará a descubrir en si mismo defectos que pensaba que no tenía y se dará cuenta de que todos los Seres Humanos tenemos nuestros fallos. Cuando entienda eso no sólo habrá dado un paso importante en su Trabajo Interior, sino que habrá comprendido que nadie está por encima de nadie y de que somos como hermanos de una misma casa, unos "mayores" o con más experiencia y otros "menores", con mucho por aprender.

A eso se refieren los Seres más elevados cuando nos enseñan a ser más comprensivos con los demás. Ellos conocen esa realidad y actúan en consecuencia.

En definitiva, como podemos ver, la Personalidad es un vehículo limitado, creado por nuestros propios defectos y nuestra particular manera de ver las cosas desde un único punto de vista.

Debemos decir que la Personalidad es muy importante para nuestro Ego, pues este la utiliza para expresarse en nuestro dia-a-dia. Por ese motivo vemos que las personas que más desarrollada tienen a su Personalidad, más dejan ver manifestaciones de sus defectos psicológicos.

Todos sabemos que los niños son seres más puros y carentes de mala intención. Esto se debe a que en ellos la personalidad no está totalmente creada y fortalecida y de esa forma sus defectos no pueden manifestarse plenamente.

A medida que vamos creciendo y envejeciendo nos volvemos más carcas, más malhumorados, más maliciosos. Eso es debido a la presencia y fortalecimiento de nuestra Personalidad que permite que nuestro Ego se exprese abiertamente.

A cada nueva existencia le corresponde una nueva Personalidad. Esta se crea adaptándose al idioma,a la cultura y a las enseñanzas de su tiempo. Una personalidad de la antigua Roma se creó en su día y en su día, con la muerte del cuerpo físico, desapareció. "La Personalidad es Hija del Tiempo: nace en su tiempo y muere en su tiempo." Dicha personalidad sería completamente ineficaz en nuestros días, pues no sería capaz de entender lo que ve a su alrededor.

LA ESENCIA
La Esencia es lo que de más puro, real y verdadero existe en nuestro interior. Ella es una partícula de nuestro Real Ser. Todo lo que podemos llegar a SER está contenido en nuestra Esencia. La Esencia procede del mismísimo Absoluto y en ella están contenidas las semillas de las grandes Virtudes de nuestro Alma.

Cuando dejamos que se nuestros yoes psicológicos se adueñen de nuestro cuerpo físico impedimos la manifestación de las Virtudes del Alma. Si manifestamos el odio, no podemos amar, se somos codiciosos, no podemos ser equilibrados, si somos vanidosos, no podemos ser humildes.

Dicha Esencia se encuentra dormida en nuestro interior, embotellada en cada uno de nuestros yoes psicológicos, como el genio en la lámpara de Aladino. En realidad el porcentaje de Esencia que tenemos libre es muy pequeño y nuestro trabajo es el de liberar todas esas partículas de Esencia que se encuentran prisioneras dentro de nuestros propios defectos psicológicos.

Liberar a nuestra esencia de la mecanicidad de la Vida es el objetivo de estos estudios. Si queremos llegar a encarnar nuestros principios anímicos debemos primeramente liberar nuestra Alma de su cárcel psicológica. Para ello iremos despertando la Conciencia a nuestra Esencia, desintegrando o transmutando a nuestros Yoes Psicológicos para ocupar el lugar que nos corresponde en el Universo

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